Fotografías realizadas para configurar un ensayo y posible exposición de concienciación ambiental.

Snow Farming

Una vista comparativa, desde la lejanía, entre los Pirineos y los Alpes, crea un gran impacto: las grandes montañas del corazón de Europa, en comparación, parecen guardar grandes masas de hielo, incluso en agosto. Los glaciares parecen resistir.

La impresión, sin embargo, cambia con la cercanía. Señales que marcan el retroceso del glaciar en apenas unos años; sonidos continuos de hielo rompiéndose; grandes cursos de agua… Y un nuevo blanco, artificial, que gana terreno.

Las estaciones alpinas, antes esquiables en pleno verano, ahora se esfuerzan por conservar hielo y nieve para poder iniciar antes la temporada que, con el cambio climático, cada vez se retrasa más. Unas grandes telas blancas cubren masas de hielo y nieve, en ocasiones de lo que queda del glaciar local, en otras de acumulaciones por parte de la misma estación, y en la mayoría de ocasiones, una mezcla.

Aquí se mezclan la conservación del hielo con fines ambientales, pero sobre todo comerciales; la terraformación con la venta de la ‘gran naturaleza’. La imagen veraniega de los puntos más altos de los Alpes es turismo climático entre mantas blancas.